Sobre nuestra metodología

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Entendemos que la educación artística consiste en alentar y acompañar al niño en el proceso individual creativo. Este proceso consiste en que el niño aborde unos planteamientos a través del propio bagaje cultural. Que utilice, recomponga y reflexione sobre sus capacidades y su sabiduría emocional, física o intelectual y acabe su proceso en una manifestación artística (objeto, dibujo, acción, intervención en el espacio... o cualquier otra que pueda vislumbrar).

 

El curso de educación artística mantiene unos marcos estructurales que se van llenando de contenido a medida que los niños lo necesiten y a medida que el educador vaya conociendo esas necesidades. Estos marcos estructurales son:

 

La expresión.    Momento en que el niño explica lo que ha visto, lo que recuerda, lo que se imagina y también lo que siente pero que no se ve. Durante el curso, el niño, se familiariza con el lugar de donde le vienen las ideas, con su manera personal de abordar las cuestiones que se le plantean y con  las diferentes maneras y recorridos intelectuales que siguen sus compañeros al resolver los planteamientos de clase. Desarrollará la audacia en la expresión igual que la desarrolla en sus juegos. 

 

Las técnicas artísticas.    Se les enseña un método básico para el manejo de las técnicas artísticas  con la expectativa de que el niño experimente y supere al método. Las técnicas utilizadas dependerán de las posibilidades del aula y del material de que se disponga. Siempre tiene que haber material para el dibujo, la construcción y el modelado. Por ejemplo las témperas, los grafitos, los rotuladores, los bolígrafos, tinta china, pasteles, la plastilina y el barro, material reciclable (todo tipo de cartones y plásticos que traemos de lo que en casa se desecha), tijeras, celos, pegamentos, cuerdas.

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La revisión de imágenes.     Forma parte de esta actividad crear imágenes pero también mirarlas y reflexionar sobre lo que nos cuentan. Durante la actividad miramos imágenes publicitarias que nos invaden, imágenes de la historia del arte y también las imágenes que ellos crean en el aula. Las imágenes u objetos hechos por el alumno, nos llevan, a veces por estética, otras por temática, otras por manera de expresión, a una observación, apreciación y opinión de imágenes de una época concreta de la historia del arte. Esto hace que el niño tome conciencia de que forma parte de una tradición creadora y, en definitiva, de la cultura.

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Las obras de arte clásico o contemporáneo se muestran a los niños, a tenor de lo que ha sucedido en clase y no como modelo a seguir de sus trabajos. De esta manera la obra de arte se percibe de manera vivencial, estética y conceptualmente.

Si es posible, el grupo sale a ver exposiciones de arte por el barrio.

 

La exposición colectiva.  Cada curso participamos en Tallers Oberts con una exposición de los trabajos realizados durante el curso y comisariada por la artista adulta. Esta exposición está abierta al público. El niño aprende a elegir sus trabajos, a enseñarlos colectivamente y públicamente, y, consecuentemente, a mirar desde otra parte.

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La colección de arte.    A raíz de la exposición se propone un intercambio de trabajos con los demás compañeros y con la profesora. Hacer una colección de arte educa el criterio estético y es una evidencia del gusto particular y de la manera de ver el ver el mundo.

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Los otros artistas.    Cada trimestre nos visita en el taller un artista invitado que nos muestra su manera de hacer y nos hace una propuesta. Han visitado Coco y Pincel artistas como Gonzalo Rueda, Emma Roulette, Marion Balac, y muchos más.

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Salida a exposiciones.    Vamos a galerías y museos para tener un contacto directo con el arte contemporáneo.

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